Monthly House View - Mayo de 2024 - Descargar aqui
Después del ataque con misiles de Irán contra Israel en la noche del 13 al 14 de abril, los mercados financieros se inquietaron ante la posibilidad de una represalia. Históricamente, los sucesos geopolíticos no suelen repercutir en el crecimiento económico mundial a medio plazo, pero sí provocan volatilidad a corto plazo, sobre todo, cuando se combinan con otros factores que pueden lastrar el mercado, como la persistencia de la inflación. “Más altos durante más tiempo”, en palabras de Jerome Powell, responsable de la Reserva Federal (Fed), al referirse a los tipos de interés oficiales, una fórmula famosa que probablemente evolucionará a “más bajos más adelante”. Así, la última cifra de la inflación, excluidos los alimentos y la energía, que son las partidas más volátiles, sorprendió por su fortaleza y se situó en marzo en el 3,8% a un año. Este nivel se acerca peligrosamente al doble del objetivo del 2% inherente al mandato del banco central estadounidense. Cabe recordar que, a finales del año pasado, el mercado preveía hasta siete recortes de tipos por parte de la Fed en 2024. Hoy en día, solo espera uno e incluso existe la posibilidad de que este no llegue hasta pasadas las elecciones presidenciales de noviembre. Durante este periodo de tiempo, la Fed no ha modificado sus previsiones de recortes de tipos, que se mantienen en torno a tres. Es interesante observar que, en este contexto y en relación con las expectativas del mercado, hace tres meses la Fed parecía restrictiva y ahora parece acomodaticia, aunque no haya cambiado de opinión. Jerome Powell siempre ha defendido la prudencia y el hecho de que la Fed estaría atenta a los datos de inflación y actividad. Este planteamiento, que el mercado consideraba demasiado prudente a principios de año, hoy en día parece apropiado.
La cuestión es hasta qué punto la economía estadounidense puede soportar esta inflación tan persistente. Su economía ha recibido estímulos en forma de inyecciones masivas de liquidez después de la COVID-19 que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial, pero ahora está sufriendo la mayor subida de tipos de interés de los últimos 40 años.
No debemos olvidar que los Gobiernos de los países desarrollados siguen siendo laxos en el ámbito presupuestario. Este es particularmente el caso de EE. UU., donde el déficit presupuestario podría superar el 7% del PIB este año, un nivel rara vez alcanzado fuera de periodos de guerra o de recesión. Los grandes déficits de los países ricos se explican principalmente, por el lado de los ingresos, por una menor recaudación tributaria en un contexto de reducción de plantillas en los sectores más remunerados, como el tecnológico, y una caída del mercado de renta variable entre mediados de 2022 y mediados de 2023. Los costes, por su parte, también se explican por el gasto sostenido de los Estados en la continuidad de las medidas después de la COVID-19. Podemos citar como ejemplo la medida “Superbonus 110%” introducida en Italia en 2020 para animar a los propietarios de viviendas a mejorar la eficiencia energética de su hogar. El coste superaría los 200.000 millones de euros, es decir, el 10% del PIB italiano. Por último, a raíz de la guerra de Ucrania, muchos países, sobre todo europeos, están aumentando el gasto militar, lo que toma en cierta forma el relevo de las medidas destinadas a contrarrestar la subida de los precios de la energía en 2022. A pesar de ello, la mayoría de los Gobiernos intentan controlar su gasto, como ocurre en los países europeos, entre ellos, Francia y el Reino Unido. No es el caso de EE. UU., ya que, con las elecciones presidenciales en noviembre, no es el momento propicio para apretarse el cinturón.
En este contexto, hemos reducido ligeramente el riesgo dentro de nuestras asignaciones de activos sin dejar de ser oportunistas. Espero que disfruten de la lectura de este número, en el que se analiza uno de los factores que explican la fortaleza de la economía estadounidense: la inmigración.
Monthly House View, 19/04/2024 – Extracto del Editorial
30 abril 2024